Occidente es el mejor lugar para detectar ovnis. Crédito de la imagen: Pexels
Los geógrafos de la Universidad de Utah están a cargo de un nuevo estudio que busca saber si aumentan o disminuyen el número de informes de avistamientos y cuál es su ubicación. Los autores incluyeron aproximadamente 98.000 informes de avistamientos durante un período de 20 años, de 2001 a 2020. Los datos se obtuvieron del Centro Nacional de Investigación OVNI.
El comandante retirado de la Marina de EE. UU. David Fravor declaró ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes en julio de 2023 sobre un objeto misterioso con forma de Tic Tac que él y otros tres observaron en el Océano Pacífico en el 2004. Las audiencias en el Congreso sorprendieron al mundo al incluir fenómenos anómalos identificados (UAP) dentro de la corriente principal y fuera del ámbito de los «verdaderos extraterrestres».
Este objeto con forma de Tic Tac que acababa de viajar 60 millas en. menos de un minuto, tenía un rendimiento mucho mayor que mi nuevo F/A-18F y no funcionaba con ninguno de los principios aerodinámicos conocidos que se esperan de los objetos que vuelan en nuestra atmósfera, afirmó Fravor.
A medida que aumenta el uso de aviones y la tecnología de sensores, nuestra capacidad para explicar sucesos extraños se ha vuelto más difícil. Cada vez más, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ve a los UAPs, antes conocidos como Objetos Voladores No Identificados (OVNI), como una amenaza significativa a la seguridad nacional.
Los geógrafos de la Universidad de Utah están a cargo de un nuevo estudio que busca saber si aumentan o disminuyen el número de informes de avistamientos y cuál es su ubicación. Los autores incluyeron aproximadamente 98.000 informes de avistamientos durante un período de 20 años, de 2001 a 2020. Los datos se obtuvieron del Centro Nacional de Investigación OVNI.
Los investigadores examinaron dos condiciones para cada condado de los Estados Unidos: la posibilidad de visión del cielo, que se refiere a la contaminación lumínica, la cobertura de nubes y la cubierta de las copas de los árboles del área; y la posibilidad de que haya objetos en el cielo, que se refiere a la cercanía de aeropuertos e instalaciones militares.
Debido a la geografía física de la región, que incluye muchos espacios abiertos y cielos oscuros, la mayoría de los avistamientos ocurrieron en el oeste de los Estados Unidos. Los puntos críticos de los informes de UAP tenían conexiones creíbles con el tráfico aéreo y la actividad militar, lo que indica que las personas detectan objetos reales, pero no reconocen lo que son.
Richard Medina, profesor asociado de geografía en la Universidad de Utah y autor principal del estudio, dijo: «La idea es que, si tienes la oportunidad de ver algo, entonces es más probable que veas fenómenos inexplicables en el cielo».
La pregunta es: ¿Qué está viendo realmente la gente porque hay más tecnología en el cielo que nunca? Es difícil responder a esta pregunta, pero es crucial porque cualquier incertidumbre puede ser una amenaza potencial a la seguridad nacional.
Comprender el contexto ambiental de estos hallazgos facilitará la búsqueda de explicaciones para su aparición y ayudará a identificar objetos verdaderamente anómalos que representan una amenaza legítima.
El artículo fue publicado en la publicación científica Scientific Reports
Puntos calientes y puntos fríos.
Los autores observaron el número de avistamientos por cada 10.000 personas en cada condado y encontraron grupos significativos de números de informes (puntos fríos) y números altos de informes (puntos calientes). Se informaron muchos más avistamientos en el oeste y el noreste, a lo largo de algunas áreas aisladas. Los puntos fríos se ubicaron en los llanos centrales y el sudeste. Todos los resultados, excepto la cobertura de nubes, respaldaron la hipótesis general de que la gente verá cosas cuando haya una oportunidad.
«Occidente tiene una relación histórica con la UAP: el Área 51 en Nevada, Roswell en Nuevo México, en Utah tenemos Skinwalker Ranch en la cuenca de Uinta y actividad militar en el campo de pruebas Dugway del ejército de EE. UU.» Además, hay una gran comunidad de personas que se divierten al aire libre todo el año. Las personas se levantan y miran hacia el cielo.
Debido al estigma de los platillos voladores y los invasores espaciales, la ciencia tradicional ha evitado en gran medida la investigación sobre UAP. Sin embargo, personas de todo el mundo continúan descubriendo objetos en el cielo que no tienen explicación. La investigación es limitada, se basa en relatos de primera mano o en explicaciones culturales y psicológicas, lo que limita en gran medida la capacidad de analizar patrones.
Además, hay muy poca investigación exhaustiva sobre cuentas cuestionables y fuentes de datos confiables. Según los autores, los datos del Centro Nacional de Investigación OVNI son un sistema público de autoinforme que carece de una forma efectiva de verificar que los engaños sean ciertos. Sin embargo, los autores argumentan que no habría patrón espacial si los datos fueran completamente inválidos debido a razones psicológicas y sociológicas. Pero hay.
Simon Brewer, profesor asociado de geografía en la U y coautor del estudio, dijo: «Hay muchos factores que pueden contribuir al informe de objetos anómalos». Esperamos proporcionar algún contexto geográfico que pueda ayudar a resolver o comprender los informes tanto del público como de los entornos militares al examinar la distribución espacial de los informes y cómo se relacionan con el entorno local.
Roswell, Expediente X y Starlink.
El Subsecretario de Defensa de EE. UU., en coordinación con el Director de Inteligencia Nacional, estableció la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) en julio de 2022. AARO es la única oficina UAP autorizada a dirigir y coordinar un enfoque gubernamental completo del tema.
El Proyecto BLUE BOOK, liderado por la Fuerza Aérea de EE. UU., que investigó avistamientos de ovnis entre 1947 y 1969, es solo uno de los esfuerzos anteriores de seguimiento del fenómeno UAP. El incidente de Roswell, Nuevo México, es el informe más conocido del Proyecto BLUE BOOK. Se dice que un platillo volante se estrelló en la ciudad desértica el 8 de julio de 1947 y sus ocupantes extranjeros fueron recuperados por funcionarios del gobierno.
Muchos residentes de Roswell vieron el inexplicable evento que pudo haber causado la avalancha de avistamientos de platillos voladores por todo el país. Las especulaciones absurdas sobre visitantes de otro mundo surgieron como resultado del silencio de los funcionarios del gobierno, lo que llevó a posteriores encubrimientos. Posteriormente, la Fuerza Aérea de Estados Unidos informó que el suceso se debió a un proyecto clasificado de múltiples globos destinado a detectar pruebas nucleares soviéticas.
Muchos avistamientos de UAPs tienen una explicación lógica: el planeta Venus es frecuentemente el responsable. Los informes sobre UAPs han aumentado en los últimos años, probablemente debido al aumento exponencial de los lanzamientos de naves espaciales y orbitadores, como el tren de satélites Starlink que cruza el cielo nocturno y la proliferación de drones personales. El reto radica en determinar qué informes indican una amenaza real.
Los autores están investigando si existen consideraciones temporales de los desencadenantes socioculturales para las variaciones en los avistamientos. Por ejemplo, ¿hubo más informes después de las audiencias del Congreso en julio de 2023 o del lanzamiento de Space X? Además, están investigando si los factores socioculturales influyen en los avistamientos de UAP: ¿hay más informes después de la popularidad de un programa como «Expediente X»? ¿Algunas culturas ven UAP debido a sus creencias?
Sean Kirkpatrick, primer director de la AARO, profesor asistente adjunto de Física de la Universidad de Georgia y coautor del estudio, dijo: «El gobierno de Estados Unidos (las agencias militares, de inteligencia y civiles) necesita comprender qué hay en los dominios operativos para garantizar la seguridad de la nación y su gente».
En la actualidad, con tantos sensores y datos disponibles, no se puede aceptar lo desconocido. La investigación y la educación son responsabilidades de la comunidad científica.
REFERENCIAS
An environmental analysis of public UAP sightings and sky view potential. Scientific Reports: https://www.nature.com/articles/s41598-023-49527-x
