Nota de Sean Kirkpatrick que detalla su renuncia a la AARO, organismo que investiga vida extraterrestre.

Sean Kirkpatrick 31 de mayo 2023

Sean Kirkpatrick es un físico especialista en láseres y materiales, es profesor asistente adjunto de física en la Universidad de Georgia y fue el primer director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Crédito de la imagen: NASA / Joel Kowsky

Sean Kirkpatrick, ex director de la AARO (Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios) del Pentágono, una oficina que investiga objetos no identificados que superan a las aeronaves militares en maniobrabilidad y violan el espacio aéreo de los Estados Unidos, afirma contundentemente que no hay pruebas que respalden la existencia de encuentros extraterrestres, contradiciendo las creencias comunes.

Sean Kirkpatrick es un físico especialista en láseres y materiales, es profesor asistente adjunto de física en la Universidad de Georgia y fue el primer director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Se desempeñó como Oficial de Inteligencia de Defensa para la Inteligencia Científica y Técnica del DIA entre 2012 y 2016.


Entre 2016 y 2017, ocupó el cargo de Subdirector de Inteligencia en el Comando Estratégico de los Estados Unidos.


Kirkpatrick y Avi Loeb publicaron un manuscrito en marzo de 2023 sobre las limitaciones físicas de las posibles naves espaciales extraterrestres en el sistema solar. El borrador nunca se terminó de redactar.

Kirkpatrick y Loeb incluían la hipótesis de que los UAP, «que parecen desafiar toda la física, podrían ser ‘sondas’ de una ‘nave madre’ extraterrestre».

Desde su fundación por el Congreso de los Estados Unidos en julio de 2022, la AARO ha buscado clarificar qué sabían los altos niveles del gobierno sobre los Objetos Voladores No Identificados (OVNIs), actualmente conocidos como fenómenos aéreos no identificados (UAP).

Kirkpatrick ha trabajado con rigor científico, buscando datos concretos y desmitificando teorías conspirativas, a pesar de la presión pública y la curiosidad que rodea el tema OVNI.

El Congreso aprobó recientemente una ley que permite la divulgación de algunos archivos OVNI y otra que propone un método para que los pilotos comerciales reporten sus actividades. Este esfuerzo legislativo demuestra una nueva preocupación por los fenómenos aéreos que antes no eran considerados.

El 19 de enero del 2024, Kirkpatrick escribió un artículo de opinión en Scientific American afirmando que, como director de AARO, no había encontrado evidencia de extraterrestres y que las acusaciones del gobierno de EE. UU. de encubrimiento de ovnis «se derivan de revelaciones inadvertidas o no autorizadas de información legítima». Programas o investigación y desarrollo relacionados con Estados Unidos que no tienen nada que ver con temas o tecnología de otros países. Algunos son engaños y otros son creencias puras y sin base.

En la nota titulada Esto es lo que aprendí como cazador de ovnis del gobierno de EE. UU. (Here’s What I Learned as the U.S. Government’s UFO Hunter) escribe:

Carl Sagan popularizó la máxima de que “afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria”. Este consejo no debería ser opcional para los responsables de la formulación de políticas. En el mundo actual de desinformación, toma de decisiones impulsada por conspiraciones y gobernanza dominada por el sensacionalismo, nuestra capacidad de pensamiento crítico racional y basado en evidencia se está erosionando, con consecuencias nocivas para nuestra capacidad de abordar eficazmente desafíos cada vez más numerosos y de complejidad cada vez mayor.

Después de reunir minuciosamente a un equipo de personal excepcionalmente talentoso y motivado y trabajar con ellos para desarrollar una estrategia racional, sistemática y basada en la ciencia para investigar estos fenómenos, nuestros esfuerzos finalmente se vieron abrumados por afirmaciones sensacionalistas pero sin fundamento que ignoraban la evidencia contradictoria pero captaban la atención de los formuladores de políticas y el público, impulsando batallas legislativas y dominando por la narrativa del pública.

Según Kirkpatrick Debido a la falta de datos suficientes para una explicación natural, aproximadamente entre el 2% al 5% de los informes investigados por la AARO son verdaderamente anómalos y requieren una investigación más profunda, pero eso no significa que fueran extraterrestres.

Kirkpatrick afirma que: La historia de los conspiradores es más o menos así: Estados Unidos ha estado ocultando e intentando realizar ingeniería inversa hasta de 12 UAP/OVNIs desde la década de 1960 y tal vez antes. Este gran encubrimiento y conspiración no produjo ningún resultado destacado y, en consecuencia, se abandonó el esfuerzo a algunos contratistas de defensa del sector privado para que continuaran el trabajo. Algún tiempo después, continúa la historia, esos contratistas del sector privado querían que todo el programa volviera a estar bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos. Al parecer, la CIA detuvo esta supuesta transferencia de regreso al gobierno de Estados Unidos. Todo esto sin pruebas fundamentadas, pero, lamentablemente, la creencia en una afirmación es directamente proporcional al volumen en el que se transmite y al número de veces que se repite, no a los hechos reales.

Kirkpatrick continúa comentando: Durante una investigación a gran escala que duró un año sobre esta historia (que ha sido contada una y otra vez por un pequeño grupo de creyentes interconectados y otros con intenciones posiblemente menos que honestas, ninguno de los cuales tiene relatos de primera mano de nada de esto), AARO descubrió algunas cosas, y ninguna era sobre extraterrestres.

Primero, ningún comité del Congreso o presidente o líder de la comunidad de inteligencia no conoce este supuesto programa. Esto debería significar mucho si este caso siguiera el procedimiento típico, ya que es imposible que las 50 a 100 personas en la cima del gobierno de los Estados Unidos no hubiera sido informadas de un programa de tal importancia durante décadas.

En segundo lugar, esta narrativa ha estado latente durante años y es en gran medida una consecuencia de un programa anterior de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del DOD llamado Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP), que estuvo fuertemente influenciado por un grupo de personas asociadas con el empresario. y el ufólogo Robert Bigelow, fundador de Bigelow Aerospace. En 2009, el entonces senador Harry Reid pidió al secretario de Defensa (SECDEF) que estableciera un SAP (programa de acceso especial) para proteger el presunto material UAP/OVNI que los proponentes del AATIP creían que el gobierno de Estados Unidos estaba ocultando. La SECDEF se negó a hacerlo después de una revisión por parte de la Oficina del Subsecretario de Defensa para Inteligencia (OUSDI), y la DIA concluyó que no sólo no existía dicho material, sino que el dinero de los contribuyentes se estaba gastando de manera inapropiada en investigaciones paranormales en Skinwalker Ranch en Utah. Esto está bien documentado en fuentes abiertas, particularmente en registros disponibles en la Sala de lectura electrónica FOIA de DIA. Después de la respuesta negativa de SECDEF, el senador Reid solicitó la ayuda del entonces senador Joseph Lieberman para solicitar que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estableciera un SAP con el mismo propósito. El paquete de propuesta administrativa de SAP fue informado por las mismas personas que habían estado asociadas con AATIP. La investigación de archivos de AARO ha localizado la propuesta administrativa para el SAP del DHS, completa con los participantes, que ha sido desclasificada y está siendo revisada para su publicación.

Kirkpatrick finaliza su articulo con la siguiente afirmación: Puedo asegurarles, como exdirector, que AARO está firmemente comprometida a aprovechar la ciencia y la tecnología para brindar una claridad sin precedentes a estos misterios fascinantes, importantes y obstinados y hacerlo con la máxima transparencia, y que hasta ahora es rico en testigos presenciales, pero pobre en datos.

El equipo de AARO irá a donde los lleven los datos, sin falta, y no se dejará influenciar por ningún intento de influir en sus hallazgos de otra manera. No se puede dejar a la ciencia al costado del camino en la loca carrera por descubrir una gran conspiración. Carl Sagan no esperaría menos, y el pueblo estadounidense tampoco debería esperarlo.

REFERENCIAS

Scientific AmericanHere’s What I Learned as the U.S. Government’s UFO Hunter: https://www.scientificamerican.com/article/heres-what-i-learned-as-the-u-s-governments-ufo-hunter/

Clima Espacial

Es hora de ser parte de la comunidad de APOGEO MAGAZINE. Ayúdanos a crecer y recibirás todos los meses nuestra newsletter con contenidos de interés.

Al registrarse, acepta nuestros Términos de uso y reconoce que su información se utilizará como se describe en nuestra POLÍTICA DE PRIVACIDAD.

Seguinos!!!