La plataforma terrestre del sitio Sangay en el Valle de Upano, Ecuador, mientras se lleva a cabo una excavación arqueológica a gran escala. Crédito de la imagen: Stéphen Rostain
Ciudades enteras con barrios, campos y carreteras fueron construidas 1000 años antes que los hallazgos previos en la zona de las selvas amazónicas.
Hace un tiempo atrás, los arqueólogos opinaban que la antigua selva amazónica era un lugar inhóspito donde solo habitaban grupos de cazadores-recolectores. Pero durante las últimas dos décadas, los restos de enormes movimientos de tierra, pirámides y caminos descubiertos desde Bolivia a Brasil han demostrado de manera concluyente que el Amazonas albergaba sociedades grandes y complejas mucho antes de que llegaran los colonizadores europeos.
En la región, se ha descubierto una densa red de ciudades interconectadas, ahora escondidas bajo el bosque en el valle de Upano en Ecuador, gracias a la tecnología de mapeo láser llamada Lidar, lo que indica que otra sociedad humana, la más antigua hasta ahora, dejó su huella en la región. Los asentamientos que se describen hoy en Science tienen al menos 2.500 años de antigüedad, más de 1.000 años que cualquier otra sociedad amazónica compleja que se haya descubierto hasta el momento.
Carla Jaimes Betancourt, arqueóloga de la Universidad de Bonn, afirma que Lidar, permite a los investigadores ver a través de la cubierta forestal y reconstruir los sitios antiguos que se encuentran debajo, «está revolucionando nuestra comprensión del Amazonas en la época precolombina». El descubrimiento de una red urbana tan antigua en el valle de Upano destaca la variedad de antiguas culturas amazónicas que han estado desconocidas durante mucho tiempo y que los arqueólogos apenas están comenzando a reconstruir.
Hace casi 30 años, Stéphen Rostain, un arqueólogo de la agencia nacional de investigación francesa CNRS, comenzó a excavar en el valle de Upano. Su equipo se concentró en dos grandes asentamientos, Sangay y Kilamope, y encontró montículos organizados alrededor de plazas centrales, cerámica decorada con pintura y líneas incisas, y grandes jarras con restos de chicha de cerveza de maíz tradicional. Los sitios de Upano estuvieron ocupados entre el año 500 a.C. y el año 300 a.C., según las fechas de radiocarbono.
Rostain afirma: «Sabía que teníamos muchos montículos, muchas estructuras». Sin embargo, carecía de una comprensión integral de la zona
Eso cambió cuando el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de Ecuador financió un estudio Lidar del valle en el 2015. Aviones especialmente equipados emitieron pulsos láser hacia el bosque y midieron su camino de regreso, revelando características topográficas que de otro modo serían invisibles bajo los árboles.
Rostain y sus colaboradores pudieron ver las conexiones entre los asentamientos gracias a los datos del Lidar, descubriendo mucho más de lo que imaginaban.
Rostain afirma que cada día parecia Navidad, con un regalo nuevo.
El equipo encontró cinco asentamientos grandes y diez más pequeños en un área de 300 kilómetros cuadrados en el valle de Upano, cada uno de los cuales estaba densamente poblado de edificios ceremoniales y residenciales. Las ciudades están rodeadas de campos agrícolas rectangulares y terrazas en las laderas donde la gente plantaba cultivos como maíz, mandioca y batata. Las calles discurrían entre casas y barrios dentro de cada asentamiento, y las carreteras anchas y rectas conectaban las ciudades entre sí.
Fernando Mejía, arqueólogo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, afirma: «Estamos hablando de urbanismo”.
Los asentamientos eran grandes, aunque los investigadores no saben cuántas personas vivían en el valle de Upano. El área central de Kilamope, por ejemplo, cubre un área comparable en tamaño a la meseta de Giza en Egipto, llena de pirámides, o la avenida principal de Teotihuacán en México. Los autores afirman que la alteración del paisaje de Upano es tan significativa como las «ciudades jardín» del Maya Clásico.
Mejía afirma que lo que se ha descubierto hasta ahora «es solo la punta del iceberg» de lo que podría encontrarse en la Amazonía ecuatoriana.
Los sitios de Upano se conectaban por una red de caminos. Son un milenio más antiguas que otras complejas sociedades amazónicas, como los Llanos de Mojos, un antiguo sistema urbano descubierto recientemente en Bolivia.
Rostain afirma que las ciudades del valle de Upano eran más densas y conectadas que los sitios de los Llanos de Mojos. «Decimos «Amazonia», pero deberíamos decir «Amazonias» para reflejar la diversidad cultural antigua de la región», afirma.
Sin embargo, los detalles de cada cultura aun no se conocen en profundidad. Los habitantes eran agricultores en el valle de Upano y en los Llanos de Mojos, construyendo caminos, canales y grandes edificios cívicos o ceremoniales.
Rostain afirma que las ciudades del valle de Upano eran más densas y conectadas que los sitios de los Llanos de Mojos. «Decimos «Amazonia», pero deberíamos decir «Amazonias» para reflejar la diversidad cultural antigua de la región»,
Thomas Garrison, arqueólogo y geógrafo de la Universidad de Texas en Austin que se especializa en Lidar, afirma que es demasiado pronto para comparar las ciudades de Upano con sociedades como las mayas clásicas y Teotihuacan, que eran «mucho más complejas y más extensas». No obstante, afirma que es asombroso que aún podamos realizar descubrimientos de este tipo en nuestro planeta y descubrir nuevas culturas complejas en el siglo XXI.
REFERENCIAS
More than 10,000 pre-Columbian earthworks are still hidden throughout Amazonia. Science: https://www.science.org/doi/10.1126/science.ade2541
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